top of page
Entrevista

¿Qué esperas de tu arte?

 

Nada y Todo. 

 

Nada: en cuanto que con toda sinceridad no espero ningún reconocimiento.

Todo:encontrar gente que viendo mi obra sienta que algo se mueve dentro. 

¿Cómo definirías el arte?

 

Yo no creo en ninguna definición para ello. El arte es vida, movimiento, libertad. Todos somos artistas. La "obra" de arte nace cuando alguien desarrolla una técnica para expresar un sentimiento. Ésta puede ser admirada, criticada o ignorada. 

 

La valía de una obra para mi va intrínsicamente unida a la honestidad y autenticidad del sentimiento expresado por el artista. 

¿De qué nace tu vocación de crear? 

 

Nace de la profunda necesidad de expresar sentimiento. Con palabras me sería imposible. La obra lo consigue un poco más.Digo esto porque siempre que realizo una de ellas me satisface, pero queda siempre algo por decir, y me iludo que en la próxima lo conseguiré. Soy consciente de que no será así. 

 

El desafío mayor ha sido alcanzar un modo, una técnica, que me habilite a expresarme en obras diversas siendo yo misma; siempre sirviendo a una idea que es ante todo de libertad interior. Fuente de toda energía. 

 

El observar mi obra retrospectivamente me permite ver con claridad mi autentico estado de ánimo en el momento de la creación de la misma no siendo yo intelectualmente consciente en aquel momento. 

 

En el pasado detrás de mi obra había la intención de comunicar conceptos, ideas que se me revelaron a través de mi experiencia personal. Hoy creo que esto no tiene mayor importancia para mí. Creo mis obras porque me divierto. 

¿Quién eres?

 

Me llamo Carolina Coronado Castillo. Nací en Madrid en 1944. Mi personalidad siempre fue tranquila, y desde pequeña buscaba mis espacios, donde vivir mi visión de la vida que, ahora me doy cuenta, fue siempre contra las 

cosas establecidas. 

 

El sueño de volar era repetitivo en mi niñez. Cursé mis estudios de decoradora en Madrid y fui contratada como profesora de dibujo, al final de ellos,en el mismo centro. 

 

Me casé en 1972. Vivimos durante un año en Milán, Italia, y en 1973 nos establecimos en Bruselas. En los espacios libres, robados a la vida familiar, empecé a crear pequeños objetos en cerámica.Frecuenté varios talleres de cerámica pero sobre todo 

experimentaba en mi pequeño taller de una forma autodidacta. 

 

He vivido pensando siempre que era perezosa para consultar libros u otras fuentes de información. Hoy soy consciente de que no era pereza sino la necesidad de crear algo. Realmente, divertirme experimentando. Nunca hice un apunte sobre esmaltes o técnica conseguidos. El repetir para mí no tenia sentido. 

 

El pensar es la respuesta de la memoria, por lo tanto, el pensar nunca puede ser creativo.Solo abordando lo nuevo como nuevo, lo fresco como fresco hay una existencia creativa.

 

Esta frase de Jiddu Krishnamurti me hizo comprender todo lo que yo vivía de una forma intuitiva. 

bottom of page